5 Puntos antes de comprar una segunda vivienda:

 

  1. Estudia la zona y el mercado:

Existe una diferencia bastante grande entre visitar un sitio durante un fin de semana y “echar raíces” allí. Y aunque la segunda vivienda haya sido adquirida solo para ir de vacaciones o para alquilarla, lo cierto es que estaremos ligados totalmente a la localidad donde decidamos comprar.

Por ende, lo principal antes de echarse al agua con una segunda vivienda es conocer a profundidad tanto la zona como el mercado. Veamos algunos de los puntos que es recomendable investigar en este sentido

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– Temporadas: Muchos pueblos o ciudades son extremadamente activos durante algunas temporadas, pero luego se convierten en pueblos fantasmas. No te dejes engañar por lo que vivas como turista, mejor aprende de los locales y define qué tan determinantes son los meses del año para dicha zona

– Población: Tranquilos, no estamos hablando de datos demográficos específicos ni de censos gubernamentales. Es tan sencillo como saber si la localidad está poblada, o si todos los hogares son meramente vacacionales. Piensa que es mucho más seguro dejar tu segunda vivienda cuidada por algunos vecinos, que tener la angustia constante de saber que está abismalmente sola.

– Accesos y servicios: Escaparse un fin de semana a la playa o la montaña es una idea genial… Pasarse tres horas de ida y tres horas de vuelta en un atasco porque todos tuvieron nuestra idea, no es tan maravilloso. Lo ideal es adquirir propiedades en sitios que sean accesibles pero que estén preparados para un flujo de visitantes elevado. Claro que siempre podremos optar por descubrir nosotros una nueva localidad, y ser los pioneros en dicha área. Lo que nos lleva al tema de los servicios.

Aunque suene maravilloso ser un Cristóbal Colón de los destinos vacacionales, no debemos pasar por alto la disponibilidad de los servicios que existan en la zona. Lo mejor es optar por lugares donde existan centros de salud, supermercados, restaurantes, y demás comodidades. Especialmente si lo que buscamos es alquilar la segunda vivienda.

– Seguridad: Al igual que es una idea peligrosa comprar una vivienda donde no habrán vecinos o habitantes alrededor, es un riesgo tremendo apostar por zonas de dudosa seguridad. Lo bueno es que España no destaca por enormes índices delictivos o criminales, y además en zonas turísticas como lo es Cartagena, existe una infraestructura pensada para garantizar la seguridad de locales y visitantes.

  1. No compres por comprar:

    Cuando hablamos de algo tan delicado como adquirir una segunda vivienda, debemos alejarnos por completo de las compras impulsivas o de actuar sin pensarlo detenidamente. Existe un sinfín de variables que influyen en la compra y posterior mantenimiento de un segundo hogar, por lo que no podemos firmar papel alguno sin antes analizarlas todas. Y más aún, sin determinar con claridad si de verdad necesitamos una segunda vivienda.

Puede que solo busquemos un rinconcito para retirarnos algunos fines de semana, o para algún viaje familiar ocasional, pero quizás para ello se ajuste mejor el alquiler de viviendas o recurrir a hoteles. Solo hay que optar por comprar otra vivienda si le daremos un uso constante, o si pensamos recuperar la inversión mediante el alquiler de la misma.

  1. Estudia los gastos de mantenimiento:

    Lo que nos motiva principalmente a hacernos con una casa o un apartamento en otra localidad es ahorrar. Ahorrar en hoteles y restaurantes cada vez que la visitamos, ahorrar en gastos vacacionales durante los años venideros, etc., pero muchas veces pensar tanto en el ahorro de esos gastos no nos permite ver los que vendrán con el nuevo hogar.

Estamos hablando de cuestiones como pagar los servicios públicos, cuotas de comunidades, mantenimiento de piscinas o jardines, y demás gastos que estarán ahí cada mes, viajemos o no a nuestro nuevo hogar. Estas demandas pueden acortar poco a poco el beneficio real que pensamos obtener de la segunda vivienda, por lo que hay que incluirlas en nuestra ecuación mental, y prepararnos para el siguiente paso.

  1. Define tu presupuesto:

    Como con cualquier compra grande, hacernos con una segunda vivienda necesitará horas y horas de darle a los números, especialmente para definir cuál es nuestro presupuesto real.

Actualmente el mercado ofrece variedad de precios y soluciones, desde los 40 metros cuadrados hasta mansiones que van más allá del horizonte. Lo que se recomienda es abstenerse de comprar durante las temporadas altas, ya que esto engorda el precio. Además, siempre es bueno estudiar el estado de la vivienda y ver si todo concuerda con lo prometido, ya que si algo dista de lo que dice en el papel, podríamos obtener una rebaja cuantiosa en el valor total del inmueble.

  1. Considera alquilarla:

    Si vemos a nuestra segunda vivienda como una inversión y no como un mero gasto, el camino más corto hacia ello es mediante los alquileres. Una casa ubicada en la playa, por ejemplo, o cerca del campus de una universidad concurrida, siempre será un imán para personas que deseen alquilarla.

Eso sí, pasar de ser un simple dueño de inmueble y convertirse en un casero trae consigo responsabilidades que no pueden ser ignoradas, y dependerá de nosotros en gran medida el bienestar de nuestros huéspedes.

Volviendo al punto anterior de la accesibilidad y los servicios en la zona, si compramos con la idea de alquilar debemos garantizar todas las comodidades básicas, no solo en la ciudad si no en el inmueble: aparcamiento, alarmas de seguridad, acceso a todos los servicios, buena ubicación, etc.

Otro elemento importante son los números, específicamente la cuota que pensamos cobrar. Esto no es un monto que surge de la nada, o que debe determinarse enteramente por cuánto cobran nuestros vecinos. Para saber cuánto debemos cobrar a los inquilinos se toman en cuenta variables como los gastos mensuales, la ubicación de la vivienda, el efecto de las temporadas sobre la misma, y un largo etcétera. Tu labor como futuro casero será analizar todos estos números, y así definir el valor de tu segunda vivienda.